España al igual que el resto de países del mundo está atravesando una de las más graves crisis sanitarias que llevó a la Organización Mundial de la Salud, el 12 de marzo, a hablar de pandemia en lugar de brote de coronavirus, dado el elevado número de contagios.
Nos encontramos sumidos en una situación de caos y temeridad, desde el punto de vista sanitario. Por ello, hemos decidido hablar con el Dr. Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones, Doctor en Medicina, especialista en Medicina Familar y Medico General en el Centro de Salud Otero (Oviedo) desde hace 33 años. Atiende diariamente a decenas de pacientes con su amplia experiencia y su positivismo, tan necesarios cuando acudimos a un centro sanitario.
1.- Doctor, en primer lugar, nos gustaría saber cómo se encuentra usted, como profesional sanitario que está en “primera línea”. ¿Cómo está viviendo anímicamente esta etapa?
R- Con lógica preocupación pero con la confianza de que en un tiempo prudencial saldremos de este prologado túnel, y con el dolor de las muchas personas que se han quedado por el camino.
2.- Hace unos días leíamos en Redacción Médica las palabras de Elena Trigo, especialista de enfermedades infecciosas en el Hospital La Paz, «tenemos miedo al contagio». ¿El personal sanitario tiene realmente miedo al contagio o es capaz de “aislarse” de este temor?
R- Si claro, nos protegemos lo más que podemos con los medios a nuestro alcance, pero siempre queda la posibilidad del contagio. De todas formas es nuestro trabajo y debemos cumplir con él de la mejor manera posible.
3.- El número de contagiados en este colectivo se incrementa. ¿Disponen de medidas de protección adecuadas y suficientes?
R- Aunque hubieran podido mejorarse, sobre todo al principio, actualmente creo que tenemos un abanico de medios de prevención razonables, y, a falta de la vacuna que está en fase de investigación.
4.- Aunque ya estamos familiarizados con los términos Coronavirus y EPIs, ¿Podría explicarnos en qué consiste el COVID-19? ¿Qué síntomas lo caracterizan?
R- Es una infección vírica por un virus que ya existía como familia pero no este virus en concreto, al menos que hubiera afectado al ser humano, que comenzó a hacerlo en Wuhan (China) a finales de 2019. Es un virus que da clínica v básicamente respiratoria con febrícula, y a veces, entre otros, vómitos y diarrea, y que también se transmite sobre todo por vía respiratoria.
5.- ¿Cree que, una vez termine el confinamiento, deberíamos usar mascarillas y guantes para salir a la calle?
R- Es evidente que lo que no es razonable es que pasemos un día de estar confinados y asilados al siguiente hacer la vida que hacíamos antes. Habrá que tomar medidas de cierto distanciamiento social y de prevención, y la utilización de los guantes y las mascarillas pueden ser una a tomar, aunque veo un problema logístico de producción, distribución y renovación para casi toda la población española. Una cuestión fundamental, y de fácil realización, es el lavado frecuente de manos que pueden ser un agente de transmisión importante.
6.- ¿Piensa que habría sido más conveniente hacer los test a todos los ciudadanos o esto hubiese sido inviable? ¿Se deberían hacer ahora?
R- Efectivamente, lo que se echa en falta, y creo que es uno de los déficits fundamentales, es una mayor disponibilidad desde el principio de test de determinación del virus para su identificación precoz, en los sanitarios pero también en la población en general. Eso habría mejorado el aislamiento precoz y más selectivo de los casos y convivientes, mejoraría el diagnostico, el tratamiento, y la identificación mas fidedigna de la relación de casos y fallecidos por esta causa.
7.- Pregunta complicada, casi de adivino ¿Cuándo le parece que conseguiremos salir de esta situación y podremos volver a tener una vida normal?
R-Cuando empezó el confinamiento, me dije que a ver si para mi cumpleaños, el 11 de mayo se acaba, y creo que por ahí puede ir la cosa, pero después vendrá eso que llaman el “desescalamiento”, que es un palabro que no me gusta mucho, pero que en definitiva es la graduación progresiva a menos del actual confinamiento que creo durará meses. La normalidad total será cuando se haya inmunizado gran parte de la sociedad o haya y actúe la vacuna, y también psicológicamente cuando se pase el miedo que se nos ha metido en el cuerpo
8.- Todos los pacientes que van a su consulta con síntomas compatibles con el coronavirus, ¿son efectivamente positivos?
R- No tienen por qué, pero en las circunstancias actuales así se consideran como casos probables o posibles, y después se confirman con la analítica correspondiente que se hace básicamente en determinados colectivos de riesgo y en los casos más graves.
9.- Entre sus pacientes ha atendido consultas en las que el temor al coronavirus era casi tan o más peligroso para la salud ¿que tener el propio virus?
R- Es evidente que la ansiedad y a veces angustia que crea en muchos potenciales pacientes es también una patología asociada relevante, que creo hay tratar de racionalizar teniendo en cuenta que el 80 por ciento de los casos evolución con un cuadro leve. En todo caso, creo que la población en general ha mostrado una actitud envidiable.
10.- La epidemióloga María Van Kerkhove manifiesta que el confinamiento da tiempo “para seguir buscando agresivamente los casos de coronavirus”, aislando a los contactos y tratando a los infectados. Considera que “es la forma de bajar la curva”. ¿Cómo se debería actuar?
R- Si puede ser una estrategia válida, lo fundamental sería por tanto extender de forma amplia la realización de analíticas de detección del virus, el problema que veo son los medios o el confinamiento en centros de aislamiento de portadores asintomáticos o casos leves, como parece se pretende.
Muchas gracias por sus consejos, palabras y ánimos. El positivismo es esencial pero siempre basado en el conocimiento y la responsabilidad, aunque sin alarmismos exagerados.